miércoles, 27 de marzo de 2013

Concepto Estrella: prevención en la adolescencia

A la hora de hablar de Educación para la Salud (EPS) podemos afirmar que la Fisioterapia es una de las ramas sanitarias que más ámbitos cubre: infancia, geriatría, deporte, deformidades vertebrales, problemas cardiacos, afecciones neurológicas...La lista, afortunadamente, es bastante larga, y además engloba las patologías de mayor incidencia en la población (caso de las enfermedades cardiovasculares).

No obstante, estos ámbitos son muy diferentes unos de otros, y los profesionales deben saber adaptarla a cada uno de esos colectivos para que la EPS no se convierta en una mera transmisión de información o de prohibiciones que no llegue hasta el paciente, perdiéndose en el olvido. Por regla general, se tiene bastante claro la orientación que hay que darle a la EPS en colectivos como la mujer (reeducación funcional orientada al parto), los ancianos (actividades suaves que les animen a moverse y a relacionarse con el exterior) o los niños (cuentos, dibujos animados, canciones o cualquier medio que camufle el aprendizaje con diversión). Pero hay un colectivo especialmente abandonado en salud: los adolescentes.




Y no debería ser así, porque la adolescencia es una edad difícil. Los cambios en esta edad provocan muchos problemas de autoestima, porque a nivel físico se sienten acomplejados (debido a los cambios que se producen en el cuerpo) y a nivel psíquico se sienten incomprendidos; ya no son niños y no quieren que se les trate como tales, pero tampoco son adultos y las responsabilidades les vienen grandes. Los adolescentes pueden resultar difíciles de tratar, incluso muchos pueden considerarlos insoportables, pero la realidad es que los adolescentes lo pasan mal y necesitan todo el apoyo posible y toda la información disponible para afrontar esta etapa de la vida, importante como lo son la infancia o la vejez.

Enfocar la EPS hacia la adolescencia no es tan complicado, es cuestión de ponerse en la piel de ellos para analizar las situaciones de la vida cotidiana en las que se pueden incluir la prevención y la promoción. Un caso muy claro de EPS desde la fisioterapia en la adolescencia es la higiene postural al usar del ordenador: tanto si es por requisitos académicos o por ocio, los adolescentes pasan muchas horas al día frente al ordenador, y las malas posturas resultan más que evidentes al observar cómo se sientan los alumnos de instituto.


Personalmente, también considero que los móviles con internet van a ocasionar importantes problemas a nivel cervical (¿alguien recuerda cuando la gente iba en el autobús mirando al frente?) que se podrían evitar con una correcta higiene postural. Y con menos obsesión con el móvil, todo hay que decirlo.


De nuevo centrados en la higiene postural, sería interesante la educación para evitar las malas posturas ocasionadas por los complejos físicos, como el sobrepeso (incidiendo especialmente en el problema de la anorexia), el pecho en el caso de las chicas o simplemente la inseguridad. Otra manera de abordar este aspecto desde la fisioterapia sería la promoción del deporte para combatir esos complejos; no solo por la pérdida de peso, sino por los efectos beneficiosos que el deporte conlleva como la socialización o la mejora de la autoestima como consecuencia del bienestar que la actividad física aporta.


Finalmente, hay que destacar el uso de las nuevas tecnologías para fomentar estrategias de salud. Internet, YouTube y las redes sociales son un importante transmisor de información para los adolescentes, y aunque su mal uso puede perjudicar a los usuarios, si se utilizan correctamente pueden convertirse en un poderoso aliado para los profesionales sanitarios que quieren hacer EPS en este colectivo. Lo importante a la hora de educar en salud a los adolescentes es que se sientan protagonistas de lo que hacen; para ello es interesante que graben vídeos, que creen blogs, que busquen noticias sobre salud y las difundan en las redes sociales...Todo ello en un ambiente que les inspire comodidad y seguridad.



En fin, los fisioterapeutas y los profesionales sanitarios tenemos mucho trabajo que hacer para con nuestros adolescentes. Y aunque a veces nos pongan de los nervios, no debemos olvidarnos de ellos. Al fin y al cabo, todos pasamos por esta etapa (de hecho, algunos seguimos en ella).



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