viernes, 24 de julio de 2015

¡Mi primer cumplefisio!

El 23 de julio de 2014 recogí (y pagué) el resguardo de mi título de graduada en Fisioterapia y, por tanto, pasé a ser oficialmente fisioterapeuta. Si miráis el calendario, o la fecha de esta entrada si la leéis más tarde, veréis que ayer volvió a ser 23 de julio...¡Llevo un año siendo fisioterapeuta! Creo que este año se me ha pasado rápido como ninguno.

Hace un año escribí esta entrada planteando mis buenos propósitos para mi primer año de ejercicio profesional: expectativas, formación y sobre todo, intención de trabajo. Me ha parecido divertido en este cumplefisio revisar si esos objetivos se han cumplido, además de hacer balance del añoYa podemos sacarle punta al comienzo de esa entrada: "Lo más duro ya ha terminado". Cuánta ingenuidad...Sólo era el principio de lo difícil de verdad.


Experiencias laborales

Aunque me tomé el verano de descanso (terminar una carrera no es moco de pavo, hay que premiarse un poco), no pasé mucho tiempo parada. Además de algunos domicilios puntuales, me surgió la oportunidad de asistir como voluntaria a una clínica de neurofisioterapia infantil, CIVET. Estuve allí de septiembre a octubre; me dejaban ver los tratamientos y me explicaban de manera gratuita su forma de trabajar, basada en el método Le Métayer.

En principio esta asistencia surgió porque necesitaban incorporar un fisioterapeuta más a su plantilla, y querían que trabajase en la línea que ellos lo hacían. Me escogieron por mi interés en la neurología y la pediatría (como podía comprobarse por el tema de mi Trabajo Fin de Grado) y porque, al no necesitar el dinero urgentemente como otro fisioterapeuta que tuviera que mantener un piso y/o una familia, tenían la certeza de que podían formarme adecuadamente antes de incorporarme a la plantilla.

La experiencia fue muy interesante. Pude presenciar muchos casos, la mayoría parálisis cerebral en distintos grados y modalidades, pero también otras alteraciones neurológicas menos corrientes, por no decir que todavía no habían podido ser catalogadas por ningún especialista. Fue fantástico trabajar entre bebés y pequeñajos todo el día rebozada por el suelo y utilizando juguetes como principal apoyo instrumental. Se tomaron muchas molestias en instruirme, y siempre que era posible (y con el permiso de los padres) me dejaban practicar alguna vez las técnicas que me enseñaban.

No obstante, con el tiempo me sentí desencantada. Por un lado, me informaron de que al final no iba a ser necesario incorporar un fisioterapeuta, al menos por el momento, y eso disminuyó mi motivación a la hora de acudir allí, dado que no disponía de coche y casi echaba más horas en el camino que en la clínica. Por otro lado, no tenía la impresión de que estuviera aprendiendo adecuadamente las técnicas que me enseñaban; me quedaba la sensación de que, o no estaba comprendiendo correctamente la ejecución de las mismas (y eso que dedicaban mucho tiempo a explicármelas), o simplemente no era lo mío. Esa frustración también me afectó a la hora de considerar mi futuro en la neurofisioterapia infantil.


Estoy muy agradecida por haber podido vivir tan de cerca la fisioterapia en neurología infantil...Pero no estoy muy segura de si es lo mío.

Aunque me ofrecieron seguir acudiendo allí como voluntaria, al final tuve que dejarlo por incompatibilidad con otra oportunidad de trabajo, esta vez en la Liga Reumatológica Andaluza (LIRA). Allí he estado trabajando durante seis meses como fisioterapeuta. El servicio fue ofertado para personas con enfermedades reumáticas pertenecientes o no a las asociaciones englobadas por LIRA. Además, durante cuatro meses hemos desarrollado unos talleres grupales con la intención de proporcionar estrategias de autocuidado a los asistentes (aproveché la ocasión para hablarles del dolor, dentro de mis limitados conocimientos sobre el tema, una dimensión que ni otros fisioterapeutas ni el resto de profesionales sanitarios habían abordado con ellos).

No voy a dar detalles logísticos sobre todo lo que hemos hecho estos seis meses porque aparece suficientemente explicado en mi perfil de LinkedIn. Sí que quiero resaltar otras cosas, como lo mucho que he disfrutado de mi primer trabajo, lo agradecido que ha sido trabajar con los pacientes que han acudido a mí (salvo honrosas excepciones), y lo interesante que ha sido verme sola ante el peligro. Ha sido fantástico tener libertad para organizar los tiempos de tratamiento y la frecuencia de las sesiones, y obligarme a pensar y a razonar al no tener compañeros a los que consultar una duda. He comprobado lo fácil que es derivar cuando simplemente no sabes, y lo difícil que es responder a un "por qué" de los muchos que plantea el paciente. También ha tenido su parte mala, al darme cuenta de lo poco que sé y todo lo que me queda por aprender, como ya detallé en la entrada anterior (por cierto, más de 2000 visitas...gracias a todos). Aunque bueno, eso no es del todo malo si te obliga a aprender y a seguir reciclándote y formándote.

Y casi se me olvida...Qué poquito sabemos sobre enfermedades reumáticas. Hace falta mucho trabajo clínico y de investigación para mejorar la vida de estas personas; son patologías más frecuentes de lo que parecen, no siempre apreciables a simple vista. Y eso sin mencionar la fibromialgia...


Grandes personas, compañeros y pacientes. Hemos compartido tanto que cualquier intento de resumirlo sería una ofensa.

Respecto a los domicilios, he contactado principalmente con otro ámbito que me encanta: geriatría. En lo poco que he podido ver, he tenido de todo: los que tienen ganas de encontrarse mejor, lo que piensan que el esfuerzo es para nada, los que trabajan mucho pero ves que empeoran día tras día...Y los que se van. Pero como digo siempre, es maravilloso compartir mi tiempo con el de las personas mayores, comparar contextos socioculturales, escuchar sus experiencias, disfrutar sus piropos y torearles con chistes cuando la cabeza se les va hacia pensamientos demasiado negativos.


¡Qué importante es la comunicación en el tratamiento de personas mayores!

Uy, casi olvido mi participación en el Centro de Atención al Costalero en la Semana Santa de este año, pero de eso también escribí una entrada.


Cursos hechos y no hechos

En la entrada del año pasado me marqué cuatro objetivos de formación:

  • III Congreso Internacional de Fisioterapia y Dolor
  • Máster en Neurología de la Universidad de Sevilla
  • Curso a distancia sobre Fisioterapia Deportiva
  • Formación en Inducción Miofascial
Mi asistencia al congreso ya la comenté en esta entrada, que en Twitter tuvo más repercusión de la que hubiera imaginado. Fue fantástico desvirtualizar (cara a cara o desde la tímida distancia) a muchísimos de los fisioterapeutas que sigo en esa red social. También completé adecuadamente el curso a distancia; no era de una calidad magistral, pero no puede decirse que no aprendiera nada...

Respecto al Máster en Neurología, estuve dudando mucho pero al final no me inscribí. La neurología me sigue gustando y llamando mucho, pero tenía la impresión de que era pronto para hacer un desembolso económico tan importante sin tener asegurado un puesto de trabajo en el campo de la Neurofisioterapia. En octubre comenzará la primera edición, ya me informaré de cómo les ha resultado a los inscritos, y en función de eso me lo volveré a pensar. En cuanto a Inducción Miofascial...Simplemente ya no me convence después de lo que he hablado, escuchado y leído este último año.

Cumplidos dos de los cuatro objetivos...Tampoco está tan mal.


Fuera de esos propósitos de año, he asistido a muchísimas charlas de las organizadas por el Grupo Provincial de Sevilla del Colegio de Fisioterapeutas de Andalucía. Todas ellas me han aportado muchísimo, no sólo por abordar cada temática con ponentes expertos en su campo, sino por haber podido desvirtualizar a otros tantos fisioterapeutas de los que conocía gracias a Twitter (parecemos pocos, pero creo que en realidad, somos un puñado curioso).

Aunque, repito, todas las charlas han sido muy interesantes, quiero destacar la sesión de actualización en ortoprótesis que impartió Ana León (@Aniralaion en Twitter) por su utilidad a título personal y familiar, y la sesión sobre adherencia al tratamiento que organizó Inma Villa (@villa_inma) por la originalidad en el planteamiento de los contenidos, que ayudó enormemente a fijar la información aprendida. Si buscáis en mi Twitter, @fisiobealopcan,  encontraréis mucha información relacionada con las charlas a las que he asistido.


Me sorprende que no haya más lista de espera para asistir a las charlas de los GP, porque la verdad es que ofrecen de manera gratuita contenidos muy elaborados.

Este año, además, el ICPFA organizó las Jornadas de Terapia Manual, en las que se impartieron diversas charlas relacionadas con esa temática en cuatro sedes distintas; por tanto, los contenidos fueron muy diversos. Yo asistí a la sede en Huelva, y de nuevo me encontré con una oportunidad de oro para aprender de ponentes y asistentes. Considero que Nacho Fabiani (@NachoFabiani) hizo un resumen estupendo de la jornada de Huelva en su blog.


Una iniciativa fantástica, ojalá se siga en esta línea de oferta de formación de calidad para los colegiados.

Un curso breve pero curioso fue el Curso Básico de Neuropsicología que impartió Pablo Duque, de Proyecto Ineuro. Me gustó mucho la introducción tan asequible que nos dio Pablo, y sobre todo me encantó que pusiera tantísimos ejemplos clínicos de lo que estaba explicando. Es muy difícil imaginar cómo abordar a un paciente sin haber visto nunca un paciente de esas características, pero imaginarse la respuesta de un paciente u otro cuando se le evalúa una función ejecutiva es todavía más complicado. Es cierto que no dio tiempo a dar todo lo previsto en el temario, en parte porque Pablo tiende a divagar un poco...Pero es que cuando divagaba también aportaba información realmente deliciosa. Podría decirse que este curso fue para mí un capricho que me di para satisfacer mi curiosidad sobre el cerebro, más que una elección concienzuda con vistas a hacer curriculum (que también, pero sobre todo lo primero).

Los chicos de Ineuro también han celebrado hace poco su primer aniversario como proyecto. ¡Felicidades, amantes de los cerebros!

Finalmente, antes del verano asistí a mi primer curso con Zérapi, Functional Physio. La temática fue el ejercicio terapéutico, una propuesta de abordaje y pautado de ejercicios de la mano de Iván Bennasar y Pepe Conde. He de decir que se han confirmado mis expectativas respecto a la organización del curso; las opiniones positivas que había escuchado acerca de Zérapi no son infundadas, se trata de formación de calidad en la que se busca facilitar todo el material posible a los asistentes (¡qué maravilla de apuntes!), además de estar pendientes de la comodidad y las necesidades de ponentes y alumnos.

De nuevo, he podido desvirtualizar a fisioterapeutas que me pillan lejos de Sevilla, así como reencontrarme con grandes compañeros, algunos de ellos casi como si nos hubiéramos presentado por primera vez (ya sabes, Mercedes, que ha sido un placer ser tu compi de prácticas en este curso). Y la novedad es que por fin pude conocer a otros recién horneados, como Ángel (@angel_araque), Alfonso (@AlFisio) y Adriana, con los que pude compartir frustraciones e inquietudes. ¡Por fin!

Como podéis ver, he dejado un poco de lado el contenido del curso...Veamos.

Ha sido un curso brutal. Me ha roto muchos mitos, me ha obligado a espabilarme, a pensar, a prepararme antes de los seminarios, a hablar en público (bueno, eso al final ha sido un fracaso total, la verdad), a observar detenidamente y a evaluar varias veces hasta estar segura de saber interpretar los datos. Sólo he echado de menos que los contenidos se dieran de forma más general, menos centrado en la fisioterapia deportiva, pero bueno, todo es extrapolable y cuestión de afianzar bien los conocimientos para saber aplicarlos en cualquier ámbito. Y qué decir de los ponentes...Sabían muy bien de lo que hablaban, se les notaba en cada respuesta y cada detalle.

No obstante, no era mi mejor momento para asistir a un curso tan intenso. Claro, cuando me apunté no sabía que los cursos de Zérapi dan tanta caña. Pero sobre todo, no sabía que mi situación personal se iba a torcer tanto. Llevamos ya dos años y medio así, y las complicaciones de los últimos meses, unido a la intensidad de trabajo en los seis primeros meses del año, han terminado explotando. Y han hecho que haya asistido a este curso en estado vegetal.

Confío en que cuando me encuentre mejor y revise los apuntes y los contenidos del curso podré asimilar todo lo que mi cerebro no procesó en su momento. Pero me queda la sensación agridulce de no haber aprovechado los seminarios tanto como me hubiera gustado. Y sobre todo, de no haber estado a la altura.


Una primera edición de curso muy satisfactoria, destacable la completa propuesta de evaluación dinámica del movimiento.


Nuevos objetivos

Un año verdaderamente completo. Muchísimas experiencias buenas, pocas malas (aunque esas han sido especialmente malas). Seguro que dejo muchas cosas en el tintero, pero es difícil resumir este primer año de fisioterapia; y ni siquiera me gusta del todo el resumen que os he hecho, porque no puedo captar en unos cuantos párrafos la intensidad de todas las vivencias que os menciono.

El primero objetivo que tengo muy claro es cuidarme. Está bien trabajar y ganar dinero y cotizar, y no está la cosa para rechazar ofertas, pero no puedo volver a darme la paliza que me he dado estos seis meses. Menos teniendo otras situaciones a cargo.

Otro objetivo que me parece fundamental es mantenerme actualizada en la medida de lo posible. En los últimos meses no he podido leer tantos papers, entradas, libros, etc., como me hubiera gustado. Confío en que el descanso de este verano será reparador y volveré a la carga pronto.

Los objetivos de formación, por el momento, son un curso de imagen biomédica en septiembre y un curso básico de INN (neurodinamia en neurorrehabilitación) en noviembre; también me gustaría ampliar mi formación en neurodinamia, sin apellidos. Asistiré a todas las actividades de grupos provinciales que me sean posibles, y si veo algún curso que no implique demasiada especialización, procuraré apuntarme. Respecto al máster en Neurología, como comentaba antes, todavía lo dejo en stand by.

Respecto al trabajo, quiero aprovechar todas las oportunidades posibles, siempre que no entren en conflicto con la primera ley de la robótica el primer objetivo planteado. Y, aunque a alguien le podría sonar prepotente, tampoco voy a aceptar cualquier trabajo; y lo digo porque ya sé de dos compañeros que han sufrido y están sufriendo muchos abusos en el trabajo con la excusa de los contratos en prácticas y, en definitiva, que como están recién salidos deben aguantarse con lo que hay.

Y bueno, creo que ya va siendo hora de dar por finalizada esta entrada, seguir disfrutando de los últimos días de vacaciones, y empezar a vivir mi segundo año como fisioterapeuta. Aunque Raúl (@Fisio_alcala) piensa que ya no lo soy, yo me sigo sintiendo una recién horneada.


¿Cuántos de estos nuevos deseos se cumplirán?

2 comentarios:

  1. ¡Hola Bea, soy f-chan (disfrazado de sombra)! ¡Felicidades por el cumplefisio!
    La verdad, no esperaba ser el primero en comentar. Normalmente como siempre llego tarde y hay mucha gente comentando me hace corte decir algo, pero hoy aprovecharé que no hay nadie mirando para decir lo mío (jeje).

    No se si te lo he dicho antes, pero siempre encuentro divertidos tus artículos. Quizás sea porque tú los escribes, porque a mi me gusta leer de todo o porque cuentas las cosas de una forma entretenida y asequible, pero siempre me sorprende la facilidad con la que alguien como yo, que no entiende nada de fisioterapia, le puedan gustar estas cosas.

    Siempre va bien hacer balance, repasar los logros y las adversidades para poder afrontar de nuevas en un futuro, por lo que encuentro este resumen muy acertado. Como tú has dicho, es difícil resumir todo un año en unos pocos párrafos, pero creo que has hecho un buen trabajo en dar una imagen general: Trabajo duro e intenso bajo mucha presión, con algunos altibajos muy difíciles, pero en general positivo.

    Espero que se cumplan tus objetivos para este nuevo fisioaño, especialmente el primero. Es bueno reconocer esos fallos y tratarlos cuanto antes, porque es la clave para una vida feliz y sana. Sigue adelante, ganando experiencia, obteniendo habilidades, subiendo de nivel, ganando al enemigo final (en tu caso, la falta de confianza), pero hazlo a tu ritmo. Eres capaz de hacer y aprender muchas cosas, pero no tengas prisas en cumplirlo todo de golpe ni te presiones más de la cuenta para demostrar que no eres tan novata. Todo llegará a su tiempo, sin pausa pero sin prisa.

    Y ahora disfruta de estas vacaciones tan merecidas. ¡Un placer leerte, hasta otra!

    PD/ Lo de la primera ley de la robótica me ha encantado xD
    PPD/ Tienes correo ;)

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    1. ¡Hola f-chan! Qué sorpresa leerte por aquí, muchas gracias por dedicar tu tiempo a escribirme un comentario ^^

      Me alegra mucho que te gusten las entradas, y sobre todo que sin ser del gremio las entiendas bien. Señal de que consigo el objetivo de llegar a mayor número de gente posible, incluso cuando no siempre es ese el principal objetivo (habrás comprobado que en muchos casos este blog es una especie de diario de a bordo).

      Me gusta el detalle que das de no querer cumplirlo todo de golpe, porque a veces se me olvida con el Tribunal de la Inquisición que tengo en la cabeza y siempre me dice que haga más. Así que gracias por recordármelo :)

      Te respondo el correo en otro momento, porque estoy comprobando que esto de contestar por el móvil es un suplicio. ¡Un abrazo!

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