Me he estrenado en esto de los congresos con una ocasión única: el III Congreso Internacional de Fisioterapia y Dolor. Ha sido una experiencia inolvidable, pero no sólo por el propio congreso en sí, puesto que todas las circunstancias que lo han rodeado me han ayudado a crecer, a aprender y a seguir sonriendo al confirmar que la fisioterapia es lo mío.
Quizás no sea lo más apropiado, quizás debería apostar por una entrega más formal, como suelo hacer, pero esta vez quiero cambiar el formato. Porque lo primero que he aprendido en este congreso es que no por llevar más años ejerciendo se tiene que olvidar el sentido del humor y la humildad. Y puesto que, a pesar de mi timidez crónica, mi vida no sería nada sin bromear, he decidido que esta entrada sea un poco más familiar. Espero poder sacaros alguna sonrisa.
Sin más preámbulos, os dejo con mi versión de los hechos. ¿Por qué me autorretrato como una ameba? Ya lo iréis comprendiendo...
Me enteré de la existencia del congreso por la fisio de mi padre. Cuando leí los temas de las ponencias me parecieron verdaderamente interesantes (aquí tenéis todos los detalles, no voy a nombrar todo porque ya lo han hecho otros compañeros en entradas mucho más elaboradas que esta).
Todo lo que tiene que ver con la mente humana es complicado, y el dolor no es una excepción. Y a mí me gustan las cosas complicadas, porque siempre son un reto. Así que me apunté. Además, tuve el honor, o la suerte, de apuntarme a los workshops. Allí comenzó mi momento ameba. Porque madre mía...QUÉ NIVELAZO.
Ya sé que soy nueva en todo esto, porque me acabo de graduar, pero escuchar hablar a Jeroen de Jong y Mark Bishop en petit comité fue muy emocionante para mí. Porque es fácil hacer fisioterapia, pero nunca me hubiera imaginado que dos referentes de la fisioterapia a nivel mundial utilizaran una forma de trabajo que tuviera tan en cuenta al paciente visto desde el modelo biopsicosocial, y que lo aplicaran de verdad en la práctica. Muchas veces, el que es demasiado bueno en lo suyo termina por volverse un prepotente...Pero no era el caso.
Cada uno en su estilo (Jeroen más serio, Mark más bromista), nos hablaron del paciente, de su miedo al dolor, de hacerle comprender que este no es una barrera para hacer una vida normal, de infundirle seguridad, de trabajar juntos en el tratamiento para conseguir mejores resultados...Y algo importante: que manejar estos aspectos no nos convierte en pseudo-psicólogos (siempre que sepamos cuándo hay que derivarlo, claro). Es una forma de trabajar que, a medida que avanzaba en la carrera, me parecía la más adecuada (aunque no supiera que ya la aplicaban algunos de los mejores fisioterapeutas del mundo), pero me he cruzado con muchos profesores, en la facultad y en las prácticas externas, que defendían que nosotros no somos psicólogos, que ese no es nuestro trabajo, que estamos para otras cosas.
Supongo que escucharles me emocionó, en parte, porque sentí alivio al ver que no estaba tan equivocada, que no es tan malo querer saber más de los pacientes, ni invitarles a que se desahoguen; porque en mayor o menor medida, sus problemas les influyen en el tratamiento. Es difícil no cruzar la línea e implicarse en exceso con los pacientes, lo cual puede causar mucho perjuicio al fisioterapeuta; soy una gran candidata a que esto me ocurra. Pero prefiero intentarlo y buscar el equilibrio, aunque me equivoque, que tomar distancia durante toda mi vida con todos los pacientes que se crucen en mi camino.
Pero hubo otros ponentes que también me gustaron mucho:
No sé si porque le conocía menos, o porque tenía que decirlo en alto a alguien para no sentirme tan idiota, conseguí decirle a Nacho que esperaba saber un poco más en el próximo congreso, porque me sentía muy pequeña rodeada de tantos profesionales. Y él hizo, justamente, lo que yo necesitaba: quitarle importancia. "Aquí todos somos unos piltrafillas" fue la frase que más me marcó (y me hizo gracia). Me dijo que todos seguimos aprendiendo, que todos nos equivocamos aunque pasen los años, y que todos hacemos cosas bien.
Todo lo que tiene que ver con la mente humana es complicado, y el dolor no es una excepción. Y a mí me gustan las cosas complicadas, porque siempre son un reto. Así que me apunté. Además, tuve el honor, o la suerte, de apuntarme a los workshops. Allí comenzó mi momento ameba. Porque madre mía...QUÉ NIVELAZO.
Ya sé que soy nueva en todo esto, porque me acabo de graduar, pero escuchar hablar a Jeroen de Jong y Mark Bishop en petit comité fue muy emocionante para mí. Porque es fácil hacer fisioterapia, pero nunca me hubiera imaginado que dos referentes de la fisioterapia a nivel mundial utilizaran una forma de trabajo que tuviera tan en cuenta al paciente visto desde el modelo biopsicosocial, y que lo aplicaran de verdad en la práctica. Muchas veces, el que es demasiado bueno en lo suyo termina por volverse un prepotente...Pero no era el caso.
Cada uno en su estilo (Jeroen más serio, Mark más bromista), nos hablaron del paciente, de su miedo al dolor, de hacerle comprender que este no es una barrera para hacer una vida normal, de infundirle seguridad, de trabajar juntos en el tratamiento para conseguir mejores resultados...Y algo importante: que manejar estos aspectos no nos convierte en pseudo-psicólogos (siempre que sepamos cuándo hay que derivarlo, claro). Es una forma de trabajar que, a medida que avanzaba en la carrera, me parecía la más adecuada (aunque no supiera que ya la aplicaban algunos de los mejores fisioterapeutas del mundo), pero me he cruzado con muchos profesores, en la facultad y en las prácticas externas, que defendían que nosotros no somos psicólogos, que ese no es nuestro trabajo, que estamos para otras cosas.
Supongo que escucharles me emocionó, en parte, porque sentí alivio al ver que no estaba tan equivocada, que no es tan malo querer saber más de los pacientes, ni invitarles a que se desahoguen; porque en mayor o menor medida, sus problemas les influyen en el tratamiento. Es difícil no cruzar la línea e implicarse en exceso con los pacientes, lo cual puede causar mucho perjuicio al fisioterapeuta; soy una gran candidata a que esto me ocurra. Pero prefiero intentarlo y buscar el equilibrio, aunque me equivoque, que tomar distancia durante toda mi vida con todos los pacientes que se crucen en mi camino.
Este mismo ejemplo nos puso Mark al hablar de la relación fisioterapeuta-paciente xD |
Pero hubo otros ponentes que también me gustaron mucho:
- Katja Weich nos habló de la influencia de las expectativas del paciente en la percepción del dolor. Conclusión: la anticipación puede causarnos más sufrimiento de la cuenta...o menos del necesario.
- Elisa Carlino explicó el efecto placebo de una manera simplemente genial.
- Eduardo Fondevila (@ezeyan) utilizó la filosofía para recordarnos que el paciente no es sólo un cerebro que envía señales de dolor, sino un todo. Muy en la línea de de Jong y Bishop, todo un descubrimiento para mí. De nuevo, sentí alivio (y modo ameba) al escucharle.
- Rafael Torres, presidente de la SEFID, aclaró algunos conceptos que se utilizan habitualmente en el tratamiento del dolor en fisioterapia. Sus palabras se podían decir más altas pero no más claras. Otro descubrimiento.
Los viejos conocidos
Fue genial volver a ver a mis ex-profes, Raquel Chillón y Marina López. También me encontré con Manuel Albornoz, y me quedé con las ganas de saludar a Blanca de la Cruz y a mi querido José Jesús Jiménez, que imparte dos de las asignaturas que menos gustan a los alumnos, que no obstante a mí sí me gustaban y saqué matrícula de honor.
Tengo que dar gracias a Raquel por su habitual interés en los alumnos y preocuparse por mis actuales andaduras profesionales; poquitos profesores hay por el mundo que tengan esos detalles (en la graduación nos felicitó a TODOS los alumnos uno por uno). Y también gracias a Marina por acoger en los workshops a esta ameba solitaria con tendencia a quedarse marginada en los grandes grupos de gente (dichosa hipertimidez...), por seguir ofreciéndome su acogida los días siguientes, y por acercarme a casa en coche jejeje.
También me llevé una grata sorpresa al encontrarme con Helena, Paloma, Paula y Maripaz, ex-compañeras. Este fin de semana he tenido la oportunidad de conocerlas mejor (la hipertimidez estuvo más exacerbada durante la carrera y me frenó mucho), así que les agradezco haber formado grupito conmigo porque ha sido fantástico saber de ellas.
Los twitteros
He de confesar que tenía muchísimas ganas de desvirtualizar a dos personas: Samuel Gil (@fisiostyle) y Luis Torija (@luistorija). Por una razón: eran los dos fisio-twitteros que en algún momento habían tomado contacto conmigo en relación con mi blog. Todo un honor para mí.
No obstante, me siento un poco tonta porque (y perdón por ser tan pesada) me daba TANTÍSIMA VERGÜENZA hablar con ellos que al final nos presentamos y poco más. Antes de entrar en los workshops conseguí decirle a Samu que era "la del blog de Hora de Fisioterapia", me reconoció, me sonrió, y ahí se me fue la extroversión. El resto del congreso le vi varias veces en la distancia pero no fui capaz de hablarle más.
Con Luis Torija más o menos igual. Lo reconocí entre la multitud bastante antes de presentarme, pero tuve varios simulacros mentales antes de atreverme a decirle hola. Y encima le apellidé Torrija (anécdota de pava: yo leía Torrija siempre, y pensaba "Qué raro que la dirección de Twitter tenga una sola r...será que no le cabe el nombre entero"). En ese momento estaba con Nacho Fabiani (@NachoFabiani), al que conocía de algún retweet pero poco más (y me alegro un montón de haberle conocido).
La charla con Luis y Nacho fue breve, durante la comida. Y al principio me sentí muy mal. Me sentía sumamente ameba. No sé si a vosotros os pasaba lo mismo cuando recién terminasteis la carrera (no tiene por qué si sois más o menos seguros de vosotros mismos, cosa en la que sigo trabajando). Pero yo pensaba "Dios mío, ¿qué le voy a aportar yo a esta gente si soy una penca que acaba de salir de la carrera?". Quería resultar profesional, aportar algo interesante a pesar de ser una novatilla, pero no me salía nada. Vamos a ver, si todavía hay gente que piensa que soy menor de edad, con esta cara de niña que tengo...No hablemos de madurez profesional.
Pero el saludo de Luis fue, refiriéndose a mí, algo así como "Hombre, esto es lo que nos hace falta". Refiriéndose a mi blog, cuyo motor es la ilusión más que los recursos, y a mi movimiento 1.5. Eso me hizo sentir muy bien, y un poquito menos ameba (¡ya tenía una mitocondria!). Gracias, de verdad.
Hablando un poco más con los dos, les confesé que no había entendido a uno de los ponentes, ni por su inglés ni por la complejidad de su tema (se dice el pecado pero no el pecador). "Ha sido muy...pufff...", fue lo más inteligente que me salió. Bravo, ameba. Pero entonces Luis me dijo "Sí, para mí también ha sido muy pufff"... Nacho también respaldó esto diciendo que se había pasado esa ponencia como un dee-jay, quitándose y poniéndose los cascos traductores (todavía me entra risa cuando me acuerdo de la escenificación, es lo que tiene ser pava). Y entonces me pareció que me salía una segunda mitocondria, porque no había sido difícil sólo para mí. Me parecía en algo muy pequeño a esos fisios cracks de Twitter.
Al final del congreso no fui lo bastante valiente como para pedirle una foto a Jeroen de Jong, ni a Mark Bishop. Ni a Samu. Ni a Luis. Ni a Nacho. Ahora me arrepiento, pero ¿adivináis qué volvió a pasar? No obstante conseguí alguna cosa. Fui capaz de acercarme a Eduardo Fondevila para decirle lo que me rondaba la cabeza desde que escuché su ponencia: "Gracias por ser diferente". En realidad se lo escribí en un privado de Twitter, pero no me dejó enviarlo porque él no me seguía, y me daba demasiada vergüenza que saliera ahí público, así que al final se lo dije en persona. Me sonrió, me agradeció las palabras y me deseó suerte para mi futuro. Gracias a ti por ser tan agradable, Eduardo.
También me despedí de Luis y Nacho. Me volví a sentir un poco idiota porque no conseguí responder al "Nos vemos en la próxima" de Luis más que con una sonrisa; de nuevo sin palabras. Perdí una mitocondria.
¿Resumen, please?
No sé si entendéis lo que os he querido decir con todo esto. Han sido muchas emociones condensadas en tres días. Hay más cosas que han pasado este fin de semana en mi casa que también han influido en mi manera de vivir el congreso y en la decisión de escribir una entrada tan personal.
Supongo que el resumen es que en un congreso las ponencias no son lo único que nos enseña; eso es sólo una parte de un todo. No caigamos en la falacia mereológica. La manera de exponer, las imágenes de cada PowerPoint, la ropa, las miradas, los años de experiencia, las sonrisas, las cosas en común, los Juegos del Hambre que se organizan a la hora del almuerzo tipo cóctel, la hipertimidez crónica, llevar el maletín gratis con las asas que se caen o en bandolera, sentirse una ameba, cambiar de ciudad para poder trabajar, recordar cuando también eras estudiante, dar las gracias...Todo ello nos hace ser algo más que cerebros en dualidad con el cuerpo, o expectativas buenas o malas.
Gracias a este congreso he descubierto y redescubierto personas, he reafirmado mi forma de pensar en la fisioterapia, he recordado que me queda mucho trabajo por hacer para conmigo (si os digo que antes era mucho más tímida...), he soñado con lo que me gustaría ser en mi futuro profesional y he decidido que no voy a dudar en conseguirlo.
Así que no doy gracias a las partes del Congreso, sino a todo él. Todos los participantes, los haya nombrado o no, haya hablado con ellos o no, han tenido su razón de ser. Gracias, III Congreso Internacional de Fisioterapia y Dolor. Me has hecho evolucionar.
Hola Bea.... Me ha encantado tu resumen.... Y me ha encantado conocerte. en el fondo todos no somos más que celulillas que cuando se juntan avanzan en esto de la evolución. Ya hubiese querido yo ser tan lanzado cuando acabé la carrera como lo eres tú.
ResponderEliminarTu emoción me recuerda que no debemos perder las nuestras, tenemos siempre taaaanto que aprender que a veces no nos da tiempo de ver un poco mejor a las personas, de ser más biopsicosociales.... Los apellidos son lo de menos.... En todos los sentidos.
Nos vemos en las próximas. Un abrazo.
Pd: me ha encantado lo de los juegos del hambre....
¡Hola Luis! Un placer tener un comentario tuyo en este blog de gatitos intrusistas.
EliminarMe sorprende y me hace gracia lo de lanzada, porque madre mía...No sé que pensarías de Eva, mi compi de carrera que habla por los codos y tiene toda la iniciativa del mundo O_O Aunque tienes razón, todas las celulitas tenemos nuestra función, los echados para adelante tiran de los callados para que todos podamos aportar lo mejor de nosotros. O eso me gusta pensar.
Es genial pensar que a pesar de ser novata he podido aportar algo. Otra cosa no, ¡pero emociones tengo muchas! Como diría el maestro Qui-Gon Jinn de Star Wars, tengo una gran conexión con la Fuerza Viva jejejeje.
Espero que nos veamos pronto, con buenas noticias que contar y debates fisiofilosóficos. ¡Un abrazo! ^^
Más que mitocondrias, lo mismo ya se te están desarrollando los midiclorianos :P Enhorabuena por el post, me ha parecido un resumen con una visión espectacular. Yo que terminé la carrera poco después de que los cafés se pagaran todavía en pesetas te puedo decir que es normal sentirse pequeñito, pues fue un congreso de gran nivel, no ya entre los ponentes, sino incluso entre el público. Lo más sorprendente es que la mayoría de estas personas son tan inteligentes como humildes y accesibles. Yo me tiré el congreso sentado una fila por delante del Dr. Arturo Goicoechea y a penas fui capaz de decirle algo más de 3 palabras jaja así que no te sientas rara. Saludos y nos leemos :)
EliminarMiguel
tufisio net
¡Hola Miguel! Muchas gracias por la empatía, seguiremos trabajando en el arte de la conversación xD. Estoy de acuerdo contigo, la humildad y accesibilidad estaban a la orden del día, había un ambiente estupendo en el congreso. A la próxima lo cogeré con más confianza y diré, por lo menos, cuatro o cinco frases más. Bueno, eso es mucho, tres mejor jajajaja.
Eliminar¡Un abrazo! ^^
Pues a mí me ha parecido más valiente y pasional este resumen del Congreso que los de otros compañeros. Has aportado emoción, vivencia, personalidad, humildad... También necesitamos de todo eso.
ResponderEliminarUna lástima haberme perdido éste pedazo de Congreso, tenía muchas ganas, pero a veces no bastan cuando uno tiene un trabajo que compaginar.
Un saludo!
¡Hola David! Muy bonitas palabras, muchas gracias. Por suerte, el motivo de que no pudiste venir al congreso fue de trabajo, ¡a ver si al próximo tengo que faltar por eso! De todas formas, los compañeros están haciendo muchas entradas resumiendo los contenidos más importantes; si alguien se hiciera con el pedazo de resumen que hizo Carlos López Cubas del congreso sería como si hubierais ido, porque vaya crack.
EliminarNos veremos a la próxima. ¡Saludos!
Hola Beatriz. Escribo esto por segunda vez porque Blogger me ha borrado el comentario al escribir mi usuario.
ResponderEliminarTodos somos unos mataos, y es una sensación que te asaltará periódicamente. En mi opinión es que vas por el buen camino. Aquí estaremos para ayudarte.
Una pena no haber sabido que estabas por allí. Como no tengo vergüenza, me hubiera acercado yo a ti.
Bienvenida a este maravilloso mundo. Cuidado, que engancha demasiado.
La próxima vez espero no estar tan ocupado y poder saludarte (a ti y a tantos otros) y hacer vida social.
Un abrazo.
A Nacho le pasó lo mismo, os juro que no he configurado mi blog para que os fastidie xD Pero gracias por tomarte la molestia de reescribir.
EliminarEn realidad, nos presentó Raquel (¿o fue Marina?) a la entrada de los workshops, pero lo mismo, me quedé bloqueada. Lo gracioso es que estuviste en mi graduación, y también te vi en la Jornada de Emprendedores que se organizó en la facultad, que nos hablaste sobre el proyecto de tu clínica. Como ninja, suelo pasar desapercibida, así que no te sientas mal jajajajaja. A la próxima no seré tan ameba y me acercaré a saludarte, ¡alguien tiene que informarte sobre nuestros eventos de Star Wars, al fin y al cabo! ;) Aunque si andas liado tampoco te preocupes, es lo que tiene meterse en todos los fregaos jejeje.
Gracias por la bienvenida. ¡Un abrazo! ^^
Hola Bea, en cuanto me saludaste me hizo ilusión saber que eras tu, pero probablemente nos movíamos hacia algún lado y por eso no pude parar para hablar. Durante el congreso también te vi, pero como leerás en twitter, nos falto tiempo a todos para hablar entre nosotros.
ResponderEliminarEl próximo evento apúntate a las cenas que se montan que es donde mejor nos lo pasamos! Estoy seguro que volveremos a coincidir en algún evento similar, así que hasta pronto jejeje.
Solo puedo sumar que estoy de acuerdo en todo lo que comentan mis compis, David Aso, Javi Aguilera, Miguel, Luis, que si alguién viene andando a un palmo del suelo, no te asombres porque muchas veces, no todo es lo que parece y el que va por ahí sabiéndolo todo, probablemente necesite una cura de humildad, sino fíjate en los ponentes, que nivel de humildad.
Un abrazote
¡Hola Samu! Efectivamente íbamos entrando a los workshops, pero no me entiendas mal, fue culpa mía que toda la energía se me fue en el saludo, para variar. No es tan fácil como parece, al menos para mí xD
EliminarMe hubiera gustado ir a la cena, pero llevo unas semanas con la salud un poco tocadilla (nada grave, un poco de anemia y más hipotensa que de costumbre) y preferí curarme en salud y descansar para afrontar el congreso con energía. ¡Estoy deseando que volvamos a coindicir! ^^
Precisamente quien más me impone es el más humilde, si hubierais resultado ser unos soberbios hubiera sido más fácil para mí porque hubiera pasado de vosotros, pero noooo, teníais que ponérmelo difícil jajajajajajaja. En serio, ¿nadie se ha enamorado platónicamente de de Jong?
Un abrazo para ti también, Samu, nos seguimos leyendo ^^
Hola Beatriz!
ResponderEliminarNo tengo el gusto de conocerte pero espero hacerlo pronto. Tu personalidad a la hora de escribir este post es emocionante, me encanta la gente que se emociona, como tu.
¡Hola Marivi! Yo tampoco tenía el gusto, pero todo se andará, hay muchos congresos y cursos por ahí, y siempre se puede sacar tiempo, aunque a veces no lo parezca. Muchas gracias por esas palabras, ¡me vas a hacer llorar!
EliminarUn abrazo ^^
Hola Bea,
ResponderEliminarJornadas como esta como ya te dije, te hacen ver que algunos grandes fisio no son tan "marcianos" si no personas reales que han ido superando sus problemas, aunque para mi las jornada sque más lo reflejan (atención, momento de publicidad) son las de FSR, dentro de dos semanas es el siguiente. APUNTATE!.
En fin, todos tenemos que aprender, todos tenemos que mejorar y sobre todo desaprender. En esto último llevas muuucha ventaja, porque aún o tienes muchas ideas que romper. Así que ánimo vas por el buen camino.
Respecto al Post, decirte que ese profesor tenía razón cuando decía "ese no es nuestro problema"... Claro que si, nuestro problema es que la formación de futuros FT dependa de profesionales como él. Yo me encontré con unos pocos y, realmente, creo que es uno de los problemas de la Educación aparte de la saturación. Triste que gente sin amor por la docencia, estén formando futuros FT.
Nos vemos, (en el #1NFSR)
¡Hola Nacho! He estado bicheando las jornadas de Fisioterapia Sin Red, pero creo que no me va a ser posible asistir por otro compromiso ese mismo fin de semana...Y me da rabia porque el formato es muy original >__< Pero bueno, en dos semanas pueden pasar muchas cosas así que a ver.
EliminarAquí en Sevilla es un gran problema el de los docentes endiosados...Y el de los alumnos que consideran a esos profesores como "la élite"...Porque he sido testigo de conversaciones entre compañeros míos que para mí eran el mundo al revés: elogiar a los incompetentes (a nivel profesional o humano, según) por ir de enrollados, e insultar a los que luchan por hacer las cosas bien (a nivel profesional o humano), porque eso no es guay ni divertido.
Por suerte quedan excepciones, aunque no sé por cuánto tiempo, porque el desgaste de trabajar con personas sin valores es muy grande...Esos pocos profesores también fueron un alivio para mí, como comentaba en este post, al hacerme pensar que se pueden hacer las cosas de otra manera.
Espero que nos veamos pronto, con buenas nuevas que contar. ¡Un abrazo! ^^
Hola piltrafilla,
ResponderEliminarla has pifiado pero bien. Te acaban de ofrecer droga a la salida de la facultad y la has aceptado gustosa, así que prepárate porque de esto no se sale tan fácilmente.
Creo que coincidimos en una conversación sobre el "terrorismo ergonómico" en los talleres en la que no soltaste ni prenda, y te tuvimos en la fila de atrás sin que soltases ni prenda. Menos mal que acabas de hacer el apaño y nos has regalado estas palabras tan sinceras, emocionadas y emocionantes.
Bienvenida a la nave. Ponte el cinturón que el viaje promete.
Un abrazo de otro piltrafilla
Ostras, ya sé quién eres xD Estabas sentado al lado de Carlos López Cubas, ¿verdad? El caso es que yo hace tiempo que te sigo en Twitter, y escuché en los workshops que alguien le decía "Moisés Giménez" a las azafatas, pero tu foto de Twitter, aunque de una calidad artística encantadora, no fue para mí suficiente para reconocerte por allí...
EliminarEn la conversación de terrorismo ergonómico fue el momento ameba suprema, porque era la única de la nueva hornada que estaba en los workshops, y eso me impone bastante. Si no llega a estar allí Marina a lo mejor me hubiera quedado simplemente al lado de la mesa de café...O debajo de ella.
He de decir que me gustó la idea del terrorismo ergonómico, porque yo soy un pésimo ejemplo de estar sentada 30 segundos en la misma posición, y eso que tengo que cuidarme la cadera izquierda (y creo que la rodilla izquierda también, eso que alguien me lo diga la próxima vez jajajaja). Pero no me gusta hablar por hablar, y ahora que me quedan tantas cosas por conocer, lo mejor es escuchar sin soltar prenda (xD) muchos puntos de vista diferentes. Intentar comprenderlos todos, buscarles sus pros y sus contras, recombinarlos...Y ya quedarme con lo que se ajuste más a mi forma de pensar y de trabajar, en equilibrio por supuesto con la búsqueda del máximo beneficio del paciente (por ejemplo, no voy a castigar a un paciente con uno de mis thrust, por muy bien que le venga, cuando soy pésima manipulando; o viceversa, no voy a aplicar una técnica que se me dé bien si a ese paciente le vendría mejor otra que se salga de mi zona de confort).
Me alegro de haberos sorprendido con este post, y mil gracias por la bienvenida. Viniendo de vosotros, es todo un honor =)
¡Un abrazo!
P.D.: durante el congreso sí hablé en la fila de atrás con mis compis, con mi tono de voz habitual sólo perceptible para algunos perros...pero no fue nada inteligente así que no os habéis perdido nada jajajajajajaja.
Hola Beatriz.
ResponderEliminarYo soy como diría Nacho otra piltrafilla más, intentando aprender cosas nuevas -y desaprender otras- porque nunca es tarde. Antes tenía un blog de salud, que lastimosamente tuvo que morir.
Como te dije por twitter, me emociona que una mujer tenga un blog y exprese sus ideas sin miedo, aunque en el fondo lo tenga, como lo tenemos todos. Espero algún día no muy lejano aprendas a manejar esa timidez (que no quitártela porque es parte de tu personalidad) y presentes alguna comunicación escrita u oral, ya que por lo que escribes, se nota que tienes muchas ideas creativas y que puedes aportar mucho a los demás. Además, a pesar del gran número de mujeres en la profesión, son pocas las que se atreven (aunque cada vez veo más) a algo más que ser sólo observadoras.
En cuanto a lo de implicarse con los pacientes, creo que es una de las cosas que siempre me ha caracterizado, pues al interesarme por su trabajo, sus actividades habituales y costumbres, les puedo orientar mejor. De hecho aún hablo con pacientes que atendí cuando eran bebés y ahora van a la universidad (trabajé 5 años en una clínica pediátrica) y aún me piden consejo via internet.
Yo no voy a las Jornadas de Fisioterapia sin Red, pero por seguro iré a la Asamblea del 22 de noviembre en Sevilla. Me encantaría poder saludarte ese día.
Un fuerte abrazo,
Elisa Valencia - @FisioMotera
¡Hola Elisa! Ante todo, mis gracias por tus palabras, provocar expectativas como las que tú propones es todo un halago (también una responsabilidad).
EliminarNo diré que no me atrae la idea de presentar alguna comunicación. Es cierto que antes lo pasaba muy mal hablando en público, a raíz de una mala experiencia en una exposición me creé (yo, no mi cerebro) un miedo atroz a este tipo de cosas. La verdad es que es una analogía estupenda con el congreso, porque realmente sigo teniendo esos terribles nervios a exponer en público, pero desde el momento en que asumí que los nervios me iban a entrar sí o sí, empecé a manejar mejor la situación, hasta el punto en que me han llegado a felicitar por exponer "muy tranquila" cuando en realidad, por dentro, se me salía el corazón por todas partes. Si no hubiera sido porque no era el tema del congreso, me hubiera encantado presentar mi Trabajo Fin de Grado en una comunicación oral. Pero bueno, habrá más ocasiones y más temas que me remuevan como para trabajar sobre ellos.
¡Es precioso que los pacientes sigan confiando en ti después de tanto tiempo! Dice mucho de ti, sobre todo si el contacto empezó en una clínica pediátrica; creo que tanto para la pediatría como para la neuro hay que tener una sensibilidad especial.
La verdad es que no sé dónde andaré el 22 de noviembre, ya no planeo las cosas con tanta antelación como antes (ha sido difícil redondear mi mente cuadriculada, pero la necesidad obliga). Desde luego, si asisto a la asamblea, estaré encantada de conocerte y de charlar un poco contigo, tanto como mi timidez me permita jejejeje.
Seguimos en contacto por Twitter ;) ¡Un abrazo!