Escribí este texto para el boletín de noticias de ASPACE Sevilla, donde trabajo actualmente. Puesto que va dirigido a padres, he utilizado un lenguaje lo más coloquial posible.
La hidroterapia puede definirse como un conjunto de
actividades físicas realizadas en el medio acuático con el principal
objetivo de mejorar la salud y condición física, además de realizar una función
recuperadora y socializadora latente en todo momento. Cuando la hidroterapia es
realizada por un fisioterapeuta, adquiere una dimensión médica,
terapéutica; es decir, los objetivos de dichas actividades físicas serán la rehabilitación
y reeducación de movimientos que se encuentren alterados, como
ocurre en el caso de nuestros niños con parálisis cerebral.
Cualquier técnica, método, o procedimiento de trabajo
llevado a cabo por un fisioterapeuta, incluida la hidroterapia, debe estar
respaldado por la evidencia científica. Podemos decir que la evidencia
científica es el conjunto de datos que se obtienen en las investigaciones
y que nos informan, por ejemplo, de la efectividad o no de una técnica. Esto es
muy importante, porque todos los profesionales sanitarios deben mantenerse
informados y actualizados: la ciencia avanza todos los días, los
estudios de investigación son cada vez más exhaustivos, y esto permite
comprobar si, con el paso de los años, las técnicas que se demostraron
efectivas lo siguen siendo, o bien se han encontrado nuevos y mejores
procedimientos.
Hace unos meses, en la revista científica Cuestiones
de Fisioterapia, se publicó un artículo titulado Efectividad de la
hidroterapia en el tratamiento de niños y adolescentes con parálisis cerebral.
Una revisión sistemática.
Una revisión sistemática es una recopilación de
todos los artículos científicos disponibles hasta la fecha acerca
de un tema concreto (en este caso, la aplicación de hidroterapia en parálisis
cerebral), de acuerdo con unos criterios de búsqueda establecidos por el
investigador. Es interesante conocer este dato porque las revisiones
sistemáticas son de los tipos de artículo más fiables que se pueden
encontrar; quienes las realizan son muy exigentes y analizan de forma
meticulosa todos los datos que encuentran. Vamos a exponer brevemente alguna de
las conclusiones de esta revisión sistemática.
Se tuvieron en cuenta aquellas investigaciones en las
que participaron niños y adolescentes de hasta 21 años con parálisis cerebral
en cualquiera de sus formas de presentación. Como ya sabéis, vuestros niños
son muy diferentes unos de otros. Tan diferentes, que incluso niños con
diagnósticos muy parecidos no se parecen tanto como se podría pensar. En
los estudios, para que los resultados sean lo más exactos posible, se intenta
que los grupos sean homogéneos (es decir, que los síntomas de los
participantes sean lo más parecidos posible), y como estamos comentando, en
parálisis cerebral esto es prácticamente imposible. Por tanto, una de las
primeras conclusiones del estudio es lo complicado que es investigar la
parálisis cerebral, debido a lo diferentes que pueden llegar a ser unos
niños de otros.
Y al igual que vuestros niños son diferentes, los
fisioterapeutas que los tratan también lo son. Eso no quiere decir que uno
sea mejor que otro, simplemente cada maestrillo tiene su librillo, y se
utilizan procedimientos diferentes para llegar a un mismo resultado.
Este detalle también es analizado en la revisión bibliográfica: dependiendo del
estudio, encontramos sesiones de hidroterapia de distinta duración: 30
minutos, 45 minutos, 60 minutos...Y en cada estudio el contenido de la
sesión varía, de manera que hay fisioterapeutas que utilizan más el juego,
mientras que otros se centran en el trabajo de los estilos de natación; algunos
utilizan materiales y juguetes, otros prefieren un trabajo más manual; hay
quienes combinan la hidroterapia con tratamiento en sala y quienes no.
De nuevo, el contenido de la sesión de hidroterapia y
la duración de la misma, así como su combinación con terapia en sala, van a
depender en gran medida del grado de afectación del niño, tanto a nivel
motor (amplitud del movimiento articular, fuerza muscular, rigidez) como a
nivel cognitivo (comprensión de los ejercicios, posibilidad de movimiento
voluntario, personalidad del niño). Es por ello que el planteamiento del
tratamiento de fisioterapia debe sustentarse en una adecuada valoración del
estado del pequeño para obtener el máximo rendimiento de acuerdo a sus
posibilidades.
Un punto importante planteado en la revisión
bibliográfica es el mantenimiento en el tiempo de las mejoras conseguidas.
Aquí encontramos mucha controversia:
-En primer lugar, no todos los estudios analizados
incluían un período de seguimiento, por lo que es difícil compararlos unos con
otros.
-En segundo lugar, cada estudio valoraba aspectos
diferentes: unos daban más importancia a la rigidez, otros a la movilidad,
otros a la fuerza muscular...De nuevo, la comparativa se hace difícil.
-En tercer lugar, los niños participantes en los
estudios eran muy diferentes tanto por edad (hasta 21 años) como por tipo de
parálisis cerebral.
Todo ello hace que los estudios revisados muestren resultados
muy diferentes: en ciertos valores la mejoría se mantenía durante mucho
tiempo, en otros durante menos tiempo, en alguno se perdía parte de la mejora…
Esto no quiere decir que la hidroterapia no sea
efectiva, sino que los estudios no tenían calidad suficiente. Es
necesario a la hora de investigar que, ya que es difícil encontrar un grupo de
niños con parálisis cerebral de características similares, por lo menos los
estudios que se hagan sigan un mismo esquema, valorando los mismos
aspectos mediante las mismas herramientas de medición (escalas, tests) y
aplicando un contenido de sesión bien detallado en el artículo, para que
otros investigadores y fisioterapeutas puedan comprobar si repitiendo
ese modelo de sesión obtienen los mismos resultados que en la investigación.
A pesar de esta variedad de resultados en las
investigaciones, todos los artículos llevan a una conclusión común, reflejada
en esta revisión sistemática. Citamos textualmente:
“Un programa de ejercicio acuático puede ser
útil para
-mejorar las habilidades motrices gruesas,
-reducir la espasticidad,
-mejorar el balance articular,
-aumentar la resistencia cardiorrespiratoria
-y mejorar la eficiencia de la marcha
en niños y adolescentes con parálisis cerebral.
Todos estos aspectos pueden tener un
impacto positivo y significativo sobre su calidad de vida y la de sus padres.
Además, los niños y adolescentes sometidos a un tratamiento de hidroterapia
muestran mejores habilidades de natación y mejor adaptación al agua,
pudiendo aprender una nueva forma de ocio y deporte y fomentando así la actividad
física entre el colectivo.
Gracias a las propiedades del agua, se pueden realizar
en ella ejercicios con menos esfuerzo que en el medio terrestre,
además de beneficiarse del resto de sus propiedades. Este aspecto, añadido a
que se trata de un medio poco común que se relaciona con algo divertido
y lúdico, favorece la motivación y el interés por el tratamiento.”
Añado a la versión del blog: si estáis interesados en el concepto de evidencia científica podéis leer la explicación que nos ofrece el fisioterapeuta Carlos Castaño (@carcasor en Twitter) en esta entrada de su blog Fisioterapia.io.
BIBLIOGRAFÍA
-Reyes, JM. Hidroterapia: ocio y bienestar psicofísico
a través de la actividad motriz en el medio acuático. eFisioterapia.net
[consultado el 15/10/2015]. Disponible en http://www.efisioterapia.net/articulos/hidroterapia-ocio-y-bienestar-psicofisico-traves-la-actividad-motriz-el-medio-acuatico
-Cañellas-Campins, MA. Efectividad de la hidroterapia en el tratamiento de niños y adolescentes con parálisis cerebral. Una revisión sistemática. Cuest Fisioter. 2015; 44 (2): 97-109.
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